TÃtulo : |
El ángel sombrÃo |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Mika Waltari, Autor ; Vicente De Artadi, Traductor |
Mención de edición: |
6ed |
Editorial: |
Buenos Aires : Selectas |
Fecha de publicación: |
1960 |
Número de páginas: |
352 p |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA FINLANDESA NOVELA FINLANDESA NOVELA HISTÓRICA CONSTANTINO |
Clasificación: |
W 15 |
Resumen: |
Es esta una novela que se lee de un tirón, por lo atractivo del tema, la caÃda, en 1453, de Constantinopla, la segunda Roma, la sede de la Iglesia de Oriente y de un imperio que brilló durante siglos y que se desmoronó ante el arrollador avance turco y la fundación de un nuevo imperio, esta vez con base musulmana. Lo que vivÃmos, en primera persona, es el asedio a la ciudad, los últimos dÃas de una capital imperial acosada por las tropas del sultán Mohamed segundo, y en cuyo auxilio no acudió Occidente, salvo un puñado de héroes o mercenarios genoveses y venecianos. De nada le sirvió al débil emperador Constantino pactar la unión con la iglesia de Roma, ni sus trapicheos con Venecia, Génova o Cataluña. Nadie acudió en su auxilio y su imperio se desmoronó al mismo tiempo que las murallas de la orgullosa capital Oriental ante un avance imparable de cientos de miles de turcos y aliados. |
El ángel sombrÃo [texto impreso] / Mika Waltari, Autor ; Vicente De Artadi, Traductor . - 6ed . - Buenos Aires : Selectas, 1960 . - 352 p. Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA FINLANDESA NOVELA FINLANDESA NOVELA HISTÓRICA CONSTANTINO |
Clasificación: |
W 15 |
Resumen: |
Es esta una novela que se lee de un tirón, por lo atractivo del tema, la caÃda, en 1453, de Constantinopla, la segunda Roma, la sede de la Iglesia de Oriente y de un imperio que brilló durante siglos y que se desmoronó ante el arrollador avance turco y la fundación de un nuevo imperio, esta vez con base musulmana. Lo que vivÃmos, en primera persona, es el asedio a la ciudad, los últimos dÃas de una capital imperial acosada por las tropas del sultán Mohamed segundo, y en cuyo auxilio no acudió Occidente, salvo un puñado de héroes o mercenarios genoveses y venecianos. De nada le sirvió al débil emperador Constantino pactar la unión con la iglesia de Roma, ni sus trapicheos con Venecia, Génova o Cataluña. Nadie acudió en su auxilio y su imperio se desmoronó al mismo tiempo que las murallas de la orgullosa capital Oriental ante un avance imparable de cientos de miles de turcos y aliados. |
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