TÃtulo : |
Konstantin y el encuentro sinfónico |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Ignacio MartÃnez, Autor ; Felipe Sosa, Ilustrador |
Editorial: |
Montevideo : Planeta |
Fecha de publicación: |
2017 |
Número de páginas: |
75 p |
ISBN/ISSN/DL: |
978-9974-746-90-9 |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA URUGUAYA LITERATURA INFANTIL-JUVENIL |
Clasificación: |
M INFANTIL |
Resumen: |
Luego que Konstantin, un niño sordo, se paró con los pies desnudos apoyados sobre el piso de madera, Mozart comenzó a tocar con fuerza el instrumento que parecÃa obedecerlo en cada nota, en cada tecla, con cada impulso. Eso maravilló a los habitantes de la casa que solÃan deslumbrarse con las interpretaciones de aquel pródigo del arte musical.
Pero fue Sophie quien advirtió que el más deslumbrado era el niño, que pudo percibir con total claridad la música del piano o los sentimientos que el instrumento le despertaba. Y lograba vivenciar la música y su efecto, a través de las vibraciones de los sonidos, que bajaban por las patas del piano y subÃan por sus piernas, hasta llegar a su corazón. |
Konstantin y el encuentro sinfónico [texto impreso] / Ignacio MartÃnez, Autor ; Felipe Sosa, Ilustrador . - Montevideo : Planeta, 2017 . - 75 p. ISBN : 978-9974-746-90-9 Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA URUGUAYA LITERATURA INFANTIL-JUVENIL |
Clasificación: |
M INFANTIL |
Resumen: |
Luego que Konstantin, un niño sordo, se paró con los pies desnudos apoyados sobre el piso de madera, Mozart comenzó a tocar con fuerza el instrumento que parecÃa obedecerlo en cada nota, en cada tecla, con cada impulso. Eso maravilló a los habitantes de la casa que solÃan deslumbrarse con las interpretaciones de aquel pródigo del arte musical.
Pero fue Sophie quien advirtió que el más deslumbrado era el niño, que pudo percibir con total claridad la música del piano o los sentimientos que el instrumento le despertaba. Y lograba vivenciar la música y su efecto, a través de las vibraciones de los sonidos, que bajaban por las patas del piano y subÃan por sus piernas, hasta llegar a su corazón. |
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