TÃtulo : |
Los fuegos de Ansina y otros cuentos |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Enrique Estrázulas, Autor |
Editorial: |
Montevideo : Ediciones de la Banda Oriental |
Fecha de publicación: |
1999 |
Número de páginas: |
98p |
ISBN/ISSN/DL: |
997410050 |
Idioma : |
Español (spa) |
Resumen: |
Los cuentos que componen esta antologÃa son realmente fruitivos y tienen el sello eternamente personal del autor. ¿Que qué quiero decir? Pues que con esa soberbia escritura que se desliza con la gracia de un patinador, levanta marionetas, luego va transfigurándolas en entrañables personajes y estos, a su vez, viven unas extrañas aventuras. Este es, acaso, el mundo que lo distingue: una poderosa fantasÃa y una manera de contar que oscila entre la sugestión y la poesÃa.
En el cuento "Teatro vacÃo", por unos pocos dÃas el sereno de una sala logra escuchar la milagrosa voz fantasmal de una mujer. La define, a la voz, diciendo que "tenÃa algo de viento". Y más tarde, bellamente: "Otra vez el alma de una fina copa tocaba el aire".
Los avatares del escritor que protagoniza "Un cuento apócrifo" son tan atractivos como las andanzas de la negligente narradora de "El veranillo de San Juan". La seducción avasalladora del alucinado pintor de "Los fuegos de Ansina" no es menos atrapante que el encanto manso de "El canto de los deudos".
Bien. Hay otras historias. Unas cuantas más. A todas ellas las vincula la misma mirada, entre irónica y tierna, por unos personajes a veces inocentes, a veces apasionados, a veces melancólicos, a veces locos (sÃ, locos). Seres, en suma, que de pronto reciben revelaciones fulgurantes, de esas que llevan a vivir de manera diversa sus vidas, generalmente fracasadas, como son, en cierto modo, todas las vidas.
Enrique Estrázulas revive en estos cuentos -como lo hizo en "Pepe Corvina", de ahà su larga cita al comienzo-. diversas escenas de un mundo que tiene sucesivas capas, que a veces parece lejano, otras no tanto, pero al que va desnudando lentamente en sus aristas más caracterÃsticas.
Finalmente, digamos que el aprendizaje poético le ha servido para encontrar la palabra justa en medio de un estilo sobrio, que no pretende alardes de lenguaje para deslumbrar a los lectores. No. Por el contrario, las palabras fluyen como agua corriente y, de esa manera, crean sugestivas, envolventes atmósferas, por donde, como decÃa Shakespeare en Macbeth en la escena VII del acto V, "la vida es sólo una sombra que camina".
Este es, para mÃ, el gran mérito de su escritura. |
Los fuegos de Ansina y otros cuentos [texto impreso] / Enrique Estrázulas, Autor . - Montevideo : Ediciones de la Banda Oriental, 1999 . - 98p. ISSN : 997410050 Idioma : Español ( spa)
Resumen: |
Los cuentos que componen esta antologÃa son realmente fruitivos y tienen el sello eternamente personal del autor. ¿Que qué quiero decir? Pues que con esa soberbia escritura que se desliza con la gracia de un patinador, levanta marionetas, luego va transfigurándolas en entrañables personajes y estos, a su vez, viven unas extrañas aventuras. Este es, acaso, el mundo que lo distingue: una poderosa fantasÃa y una manera de contar que oscila entre la sugestión y la poesÃa.
En el cuento "Teatro vacÃo", por unos pocos dÃas el sereno de una sala logra escuchar la milagrosa voz fantasmal de una mujer. La define, a la voz, diciendo que "tenÃa algo de viento". Y más tarde, bellamente: "Otra vez el alma de una fina copa tocaba el aire".
Los avatares del escritor que protagoniza "Un cuento apócrifo" son tan atractivos como las andanzas de la negligente narradora de "El veranillo de San Juan". La seducción avasalladora del alucinado pintor de "Los fuegos de Ansina" no es menos atrapante que el encanto manso de "El canto de los deudos".
Bien. Hay otras historias. Unas cuantas más. A todas ellas las vincula la misma mirada, entre irónica y tierna, por unos personajes a veces inocentes, a veces apasionados, a veces melancólicos, a veces locos (sÃ, locos). Seres, en suma, que de pronto reciben revelaciones fulgurantes, de esas que llevan a vivir de manera diversa sus vidas, generalmente fracasadas, como son, en cierto modo, todas las vidas.
Enrique Estrázulas revive en estos cuentos -como lo hizo en "Pepe Corvina", de ahà su larga cita al comienzo-. diversas escenas de un mundo que tiene sucesivas capas, que a veces parece lejano, otras no tanto, pero al que va desnudando lentamente en sus aristas más caracterÃsticas.
Finalmente, digamos que el aprendizaje poético le ha servido para encontrar la palabra justa en medio de un estilo sobrio, que no pretende alardes de lenguaje para deslumbrar a los lectores. No. Por el contrario, las palabras fluyen como agua corriente y, de esa manera, crean sugestivas, envolventes atmósferas, por donde, como decÃa Shakespeare en Macbeth en la escena VII del acto V, "la vida es sólo una sombra que camina".
Este es, para mÃ, el gran mérito de su escritura. |
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