TÃtulo : |
Viejas historias de Castilla la Vieja |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Miguel Delibes, Autor |
Editorial: |
Barcelona : Lumen |
Fecha de publicación: |
1969-70 |
Número de páginas: |
152p |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORANEA |
Resumen: |
La precisión, riqueza y naturalidad de la prosa, un profundo conocimiento del medio humano y del entorno geográfico de los pueblos de la Meseta, la combinación de distanciamiento irónico y simpatÃa profunda hacia el mundo rural se funden en las prodigiosas estampas contenidas en este libro. Miguel Delibes sabe amar y sufrir su Castilla tan sola y nos transmite en el primer relato de este libro la vuelta del emigrante a su tierra, porque ser de un pueblo es un don de Dios. En la pequeña historia La caza de la perdiz roja habla del Barbas, viejo filósofo castellano, escéptico y enraizado a la tierra que conoce sin casi saberlo, las gentes y las perdices, y si no hay más remedio dialoga con el autor. Diálogo claro, bello, que parece venir rozado por el viento del fondo de los siglos. |
Viejas historias de Castilla la Vieja [texto impreso] / Miguel Delibes, Autor . - Barcelona : Lumen, 1969-70 . - 152p. Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORANEA |
Resumen: |
La precisión, riqueza y naturalidad de la prosa, un profundo conocimiento del medio humano y del entorno geográfico de los pueblos de la Meseta, la combinación de distanciamiento irónico y simpatÃa profunda hacia el mundo rural se funden en las prodigiosas estampas contenidas en este libro. Miguel Delibes sabe amar y sufrir su Castilla tan sola y nos transmite en el primer relato de este libro la vuelta del emigrante a su tierra, porque ser de un pueblo es un don de Dios. En la pequeña historia La caza de la perdiz roja habla del Barbas, viejo filósofo castellano, escéptico y enraizado a la tierra que conoce sin casi saberlo, las gentes y las perdices, y si no hay más remedio dialoga con el autor. Diálogo claro, bello, que parece venir rozado por el viento del fondo de los siglos. |
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