TÃtulo : |
La balsa de piedra |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
José Saramago, Autor |
Mención de edición: |
2ed. |
Editorial: |
Barcelona : Santillana |
Fecha de publicación: |
2001 |
Número de páginas: |
488 p. |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA PORTUGUESA NOVELA PORTUGUESA |
Clasificación: |
S 72 |
Resumen: |
La balsa de piedra parte de un audaz planteamiento narrativo. Una grieta abierta espontáneamente a lo largo de los Pirineos provoca la separación de la PenÃnsula Ibérica del resto del continente europeo. Transformada en una gran isla flotante, se moverá hacia una única dirección inexorable: la mera utopÃa, el ser del mundo. José Saramago muestra en La balsa de piedra una insólita y sorprendente perspectiva de la PenÃnsula Ibérica, en la que no faltan sagaces miradas sobre los gobernantes, el comportamiento de las masas, el sentido de Europa y la influencia de los Estados Unidos de América. Y también demuestra que cada cosa tiene su lugar y cada lugar reclama la cosa que le corresponde, que no se puede huir de la naturaleza y que el ser humano es un ser inteligente, sin duda, pero no tanto como serÃa deseable. |
La balsa de piedra [texto impreso] / José Saramago, Autor . - 2ed. . - Barcelona : Santillana, 2001 . - 488 p. Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA PORTUGUESA NOVELA PORTUGUESA |
Clasificación: |
S 72 |
Resumen: |
La balsa de piedra parte de un audaz planteamiento narrativo. Una grieta abierta espontáneamente a lo largo de los Pirineos provoca la separación de la PenÃnsula Ibérica del resto del continente europeo. Transformada en una gran isla flotante, se moverá hacia una única dirección inexorable: la mera utopÃa, el ser del mundo. José Saramago muestra en La balsa de piedra una insólita y sorprendente perspectiva de la PenÃnsula Ibérica, en la que no faltan sagaces miradas sobre los gobernantes, el comportamiento de las masas, el sentido de Europa y la influencia de los Estados Unidos de América. Y también demuestra que cada cosa tiene su lugar y cada lugar reclama la cosa que le corresponde, que no se puede huir de la naturaleza y que el ser humano es un ser inteligente, sin duda, pero no tanto como serÃa deseable. |
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