TÃtulo : |
La tragedias grotescas |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
PÃo Baroja, Autor |
Editorial: |
Buenos Aires : Espasa - Calpe |
Fecha de publicación: |
1952 |
Número de páginas: |
164p |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA ESPAÑOLA NOVELA ESPAÑOLA DRAMA |
Clasificación: |
B 9 |
Resumen: |
La novela empieza con el traslado de Fausto Bengoa desde su querido Barrio Latino a un barrio nuevo de la orilla derecha del Sena a instancias de su mujer, Clementina, quien va a cambiar radicalmente la manera de vivir de la familia. Clementina es ambiciosa y sensual y sus proyectos vitales son antagónicos a los de D. Fausto. A medida que transcurre la novela, el matrimonio se va separando y D. Fausto se va quedando más aislado y solitario. Incluso llega a perder la amistad y el aprecio de sus antiguos correligionarios republicanos españoles al aceptar, presionado por Clementina, una distinción de la reina Isabel II, exiliada en ParÃs. El final de la novela coincide con el estallido de la Comuna de 1871, y la descripción de ese episodio constituye el momento más sobresaliente de la novela. La frase final que pronuncia D. Fausto contemplando el desastre final de la Comuna no sólo redime a un personaje grotesco en casi toda la historia, sino que ofrece un marco de esperanza vital: «La vida, créelo, Nanette, no acaba nunca... Siempre se está al principio... y al fin». |
La tragedias grotescas [texto impreso] / PÃo Baroja, Autor . - Buenos Aires : Espasa - Calpe, 1952 . - 164p. Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA ESPAÑOLA NOVELA ESPAÑOLA DRAMA |
Clasificación: |
B 9 |
Resumen: |
La novela empieza con el traslado de Fausto Bengoa desde su querido Barrio Latino a un barrio nuevo de la orilla derecha del Sena a instancias de su mujer, Clementina, quien va a cambiar radicalmente la manera de vivir de la familia. Clementina es ambiciosa y sensual y sus proyectos vitales son antagónicos a los de D. Fausto. A medida que transcurre la novela, el matrimonio se va separando y D. Fausto se va quedando más aislado y solitario. Incluso llega a perder la amistad y el aprecio de sus antiguos correligionarios republicanos españoles al aceptar, presionado por Clementina, una distinción de la reina Isabel II, exiliada en ParÃs. El final de la novela coincide con el estallido de la Comuna de 1871, y la descripción de ese episodio constituye el momento más sobresaliente de la novela. La frase final que pronuncia D. Fausto contemplando el desastre final de la Comuna no sólo redime a un personaje grotesco en casi toda la historia, sino que ofrece un marco de esperanza vital: «La vida, créelo, Nanette, no acaba nunca... Siempre se está al principio... y al fin». |
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