TÃtulo : |
El asiento del piloto |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Robert Serling, Autor |
Editorial: |
Buenos Aires : Emecé |
Fecha de publicación: |
1970 |
Número de páginas: |
348 p |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA ESTADOUNIDENSE NOVELA ESTADOUNIDENSE. FICCIÓN |
Resumen: |
La niebla envolvÃa al gran avión en un halo casi fantasmal.
McKay podÃa sentir al enorme aparato abandonándose irremediablemente, rindiéndose sin fuerzas para seguir luchando, sin deseos de continuar volando. SabÃa que se estrellarÃa...
Las hélices del lado izquierdo mordieron el terreno y el ala izquierda comenzó a desmoronarse. Los tanques destrozados estaban envueltos en llamas. Durante un segundo lacerante, grabado en su mente para siempre, el comandante vio como Kolhmeir y Scott eran despedidos violentamente a través del boquete abierto en un costado de la cabina de mando. Milagrosamente, el asiento de McKay resistió. Cuando el avión en ruinas se detuvo, los restos de la cabina de mando se habÃan desprendido del fuselaje, salvándose de su fuego devorador... Asà fue hallado McKay treinta minutos más tarde, amarrado a su asiento, vidriosos los ojos, mientras las lágrimas abrÃan surcos sobre sus mejillas tiznadas. |
El asiento del piloto [texto impreso] / Robert Serling, Autor . - Buenos Aires : Emecé, 1970 . - 348 p. Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA ESTADOUNIDENSE NOVELA ESTADOUNIDENSE. FICCIÓN |
Resumen: |
La niebla envolvÃa al gran avión en un halo casi fantasmal.
McKay podÃa sentir al enorme aparato abandonándose irremediablemente, rindiéndose sin fuerzas para seguir luchando, sin deseos de continuar volando. SabÃa que se estrellarÃa...
Las hélices del lado izquierdo mordieron el terreno y el ala izquierda comenzó a desmoronarse. Los tanques destrozados estaban envueltos en llamas. Durante un segundo lacerante, grabado en su mente para siempre, el comandante vio como Kolhmeir y Scott eran despedidos violentamente a través del boquete abierto en un costado de la cabina de mando. Milagrosamente, el asiento de McKay resistió. Cuando el avión en ruinas se detuvo, los restos de la cabina de mando se habÃan desprendido del fuselaje, salvándose de su fuego devorador... Asà fue hallado McKay treinta minutos más tarde, amarrado a su asiento, vidriosos los ojos, mientras las lágrimas abrÃan surcos sobre sus mejillas tiznadas. |
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