Título : |
Nadie vive eternamente |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
John Gardner |
Editorial: |
Barcelona : Grijalbo |
Fecha de publicación: |
1987 |
Número de páginas: |
292 p |
ISBN/ISSN/DL: |
978-84-253-1880-1 |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA ESTADOUNIDENSE NOVELA ESTADOUNIDENSE ACCIÓN |
Clasificación: |
G 141 |
Resumen: |
Durante años, May, el ama de llaves escocesa de James Bond, ha sido la única constante de su agitada existencia. Pero May tiene gravemente dañado el pulmón izquierdo, lo cual provoca en el superagente un paroxismo de preocupación casi filial. Primero un gran especialista londinense y luego la convalecencia en una carísima clínica alemana tranquilizan la conciencia de Bond, pero no consiguen acallar la cáustica lengua del ama de llaves. Bond ha sido advertido de que, en caso de negarse a “colaborar”, la mujer corre el peligro de no celebrar su próximo cumpleaños.
Un incidente en el transbordador del Canal de la Mancha —cuando el buque permanece detenido mientras se busca a un par de jóvenes que, al parecer, han caído por la borda— pone inexplicablemente nervioso al famoso superagente. Y pocas horas después de su desembarco en un puerto belga, se produce el primer movimiento de un desconcertante y mortífero juego del gato y el ratón, en el que la presa es precisamente James Bond. ¿Cuál podrá ser el objetivo de la venganza personal tramada por un atacante que Bond no logra identificar?
Nunca los mecanismos de defensa del superagente 007 han sido sometidos a más dura prueba que en el momento en que comprende que se ha puesto precio a su cabeza |
Nadie vive eternamente [texto impreso] / John Gardner . - Barcelona : Grijalbo, 1987 . - 292 p. ISBN : 978-84-253-1880-1 Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA ESTADOUNIDENSE NOVELA ESTADOUNIDENSE ACCIÓN |
Clasificación: |
G 141 |
Resumen: |
Durante años, May, el ama de llaves escocesa de James Bond, ha sido la única constante de su agitada existencia. Pero May tiene gravemente dañado el pulmón izquierdo, lo cual provoca en el superagente un paroxismo de preocupación casi filial. Primero un gran especialista londinense y luego la convalecencia en una carísima clínica alemana tranquilizan la conciencia de Bond, pero no consiguen acallar la cáustica lengua del ama de llaves. Bond ha sido advertido de que, en caso de negarse a “colaborar”, la mujer corre el peligro de no celebrar su próximo cumpleaños.
Un incidente en el transbordador del Canal de la Mancha —cuando el buque permanece detenido mientras se busca a un par de jóvenes que, al parecer, han caído por la borda— pone inexplicablemente nervioso al famoso superagente. Y pocas horas después de su desembarco en un puerto belga, se produce el primer movimiento de un desconcertante y mortífero juego del gato y el ratón, en el que la presa es precisamente James Bond. ¿Cuál podrá ser el objetivo de la venganza personal tramada por un atacante que Bond no logra identificar?
Nunca los mecanismos de defensa del superagente 007 han sido sometidos a más dura prueba que en el momento en que comprende que se ha puesto precio a su cabeza |
| |