TÃtulo : |
Exiliados |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
James Joyce, Autor |
Editorial: |
Montevideo : La República |
Colección: |
Clásicos de la Literatura Universal |
Número de páginas: |
223 p |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
LITERATURA IRLANDESA TEATRO IRLANDÉS |
Resumen: |
Entre el repertorio de muy conocidas obras de James Joyce (bueno, conocidas al menos en el tÃtulo), pasa generalmente desapercibida su única incursión en el mundo del teatro que, como astutamente habrá adivinado el lector, es justo este Exiliados que voy a intentar comentar. Porque, oiga, para eso también está ULAD, para divulgar entre sus parroquianos libros extraños, desconocidos, improbables…, libros que hemos tenido ocasión de conocer y disfrutar (o sufrir, que de todo hay).
El genial irlandés escribió Exiliados al poco de concluir Retrato del artista adolescente y cuando empezaba a construir los cimientos del Ulises. Por lo visto, James era admirador de Ibsen, hasta el punto de que (dicen) aprendió noruego sólo para leer sus obras sin traductor de por medio (o sea, como se cuenta de Unamuno con Kierkegaard). Asà que me imagino al Sr. Joyce entre dos fuerzas divergentes igualmente poderosas: por un lado, el hechizo de Ibsen, que quizá le empujaba hacia un modelo dramático más o menos convencional; y por otro, el tsunami creativo que estaba tomando forma en su cabeza, para estallar poco después en sus obras más vanguardistas. |
Exiliados [texto impreso] / James Joyce, Autor . - Montevideo : La República, [s.d.] . - 223 p. - ( Clásicos de la Literatura Universal) . Idioma : Español ( spa)
Palabras clave: |
LITERATURA IRLANDESA TEATRO IRLANDÉS |
Resumen: |
Entre el repertorio de muy conocidas obras de James Joyce (bueno, conocidas al menos en el tÃtulo), pasa generalmente desapercibida su única incursión en el mundo del teatro que, como astutamente habrá adivinado el lector, es justo este Exiliados que voy a intentar comentar. Porque, oiga, para eso también está ULAD, para divulgar entre sus parroquianos libros extraños, desconocidos, improbables…, libros que hemos tenido ocasión de conocer y disfrutar (o sufrir, que de todo hay).
El genial irlandés escribió Exiliados al poco de concluir Retrato del artista adolescente y cuando empezaba a construir los cimientos del Ulises. Por lo visto, James era admirador de Ibsen, hasta el punto de que (dicen) aprendió noruego sólo para leer sus obras sin traductor de por medio (o sea, como se cuenta de Unamuno con Kierkegaard). Asà que me imagino al Sr. Joyce entre dos fuerzas divergentes igualmente poderosas: por un lado, el hechizo de Ibsen, que quizá le empujaba hacia un modelo dramático más o menos convencional; y por otro, el tsunami creativo que estaba tomando forma en su cabeza, para estallar poco después en sus obras más vanguardistas. |
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